Concepto, desarrollo y fabricación de la lámpara Doce Lágrimas

Tendemos a pensar que la deformación es un concepto negativo, que cuando un objeto está deformado es porque ha recibido algún golpe y ha perdido ciertas cualidades. La realidad es que muchos procesos productivos utilizan la deformación con fines provechosos, ya sea por ejemplo para obtener formas nuevas, para endurecer metales o incluso para unir piezas. Con Doce Lágrimas busqué ese sentido positivo de la deformación y lo trasladé a un producto final, encontrando una lámpara de techo que cobrase vida, que cobrase forma deformándose.

Lámpara CROÓ Doce Lágrimas
Lámpara CROÓ Doce Lágrimas

Combinando el concepto anterior junto con el comportamiento de las margaritas cuando se marchitan, decidí dividir la lámpara en doce perfiles esbeltos acompañados de una carga al final para promover la deformación de los mismos.

El proceso de desarrollo del concepto se compuso principalmente de dos pasos:

  • Análisis teórico de la deformación prevista. 

Su fin fue tener una idea sobre la longitud de los perfiles y la carga a aplicar sobre ellos para obtener una lámpara con unas dimensiones apropiadas para que su volumen pudiera contener la bombilla. Para ello recurrí a los estudios sobre flexión de vigas en voladizo, que a través de una serie de fórmulas permite sacar la deformación en vertical de un perfil bajo la acción de una fuerza externa (carga) y su propio peso. 

Flexión de una viga en voladizo

Creé un modelo en una hoja de cálculo que me permitió jugar con varias longitudes de perfiles y cargas, manteniendo constante la sección del perfil (5 milímetros de ancho por 1 milímetro de espesor) y el material (acero inoxidable). Las longitudes y cargas que simulé fueron las siguientes:

    • Longitudes de perfil: 300, 400 y 500 milímetros.
    • Cargas: 100, 200 y 300 gramos.

A continuación se representa el resultado del modelo en tres gráficas, una para cada longitud de perfil, y en cada una el efecto de las distintas cargas en la deformación del mismo:

Buscaba una deformación o altura de lámpara aproximada de unos 300 mm, así que me decanté por seguir trabajando con un perfil de una longitud aproximada de 400 mm, que con cargas entre los 200 y 300 gramos me garantizaba esa deformación. Eso implicaba que el ancho de la lámpara iba a estar entre los 400 y los 600 mm:

Deformación teórica de la lámpara CROÓ Doce Lágrimas
  • Diseño de los perfiles y las cargas. 

Para las cargas superpuse diferentes láminas metálicas generando un volumen similar al de una gota de agua, de tal forma que sumaran un peso entorno a los 200 gramos finalmente, para contener el peso de la lámpara lo más reducido posible. Y adapté el final del perfil según la misma forma.

Diseño del perfil y de las cargas de la lámpara CROÓ Doce Lágrimas
Diseño del perfil y de las cargas de la lámpara CROÓ Doce Lágrimas

El resultado es una lámpara delicada que requiere una manipulación cautelosa, debido a que concentra gran parte de su peso en los extremos de los perfiles. Una vez instalada, complementará su entorno sin ocultarlo, debido a su bajo grado de opacidad. 

Dos lámparas CROÓ Doce Lágrimas en una cocina

Seguidamente detallo el proceso de fabricación de la lámpara:

  • Corte de las piezas metálicas.

Tanto los perfiles como las cargas que forman las lágrimas son cortadas por láser en un taller. Para las cargas elegí un acabado satinado de la chapa metálica: este acabado tiene la ventaja de que las piezas vienen con un film que las protege de rayaduras durante el proceso productivo y envío, pero tiene la desventaja de que el láser al cortarla deja un residuo que tengo que quitar posteriormente con acetona. 

  • Acabado de las cargas.

Una vez recibidas las cargas, procedo a quitar la rebaba que deja el láser tras el corte en la superficie de salida del mismo. Esta operación la realizo con una muela de desbaste unida a un taladro y no solo tiene fines estéticos, sino también funcionales pues esta rebaba impide un buen encolado de las cargas para generar el volumen de la lágrima. Tras ello quito los restos del film protector con acetona y luego las limpio con agua jabonosa para quitar la suciedad remanente en ambas caras y tenerlas listas para el encolado. 

  • Acabado de los perfiles

El acabado de los perfiles sigue el proceso habitual para piezas metálicas: primero retiro las rebabas del corte con una espátula y lima si fuera necesario, luego satino la pieza con un estropajo verde y después procedo con su limpieza con agua jabonosa. En una imagen posterior se puede apreciar la diferencia en la zona donde van las cargas entre un perfil sin satinar y otro satinado.

  • Encolado de las cargas y la creación de la lágrima.

Antes de encolar las cargas tuve que encontrar una forma de centrarlas entre ellas, y para ello recurrí a tres centradores todos ellos con la mismo corte exterior pero con distinto corte interior, adaptado a cada tamaño de carga, de tal forma que los pudiese apilar para alinear correctamente las cargas entre ellas. 

El proceso de encolado para generar la media lágrima consiste en la aplicación de pegamento sobre una cara de la carga, se apilan los centradores de las cargas que se están encolando en ese momento, y se introducen en ellos las correspondientes cargas, aplicando un poco de presión con los dedos hasta que el pegamento se seca. 

Para la creación de la lágrima completa, se hace una operación similar a la anterior involucrando el perfil y el centrador de la carga de mayor tamaño, cuyo corte exterior coincide con el corte del perfil. 

Conjunto de perfiles completos terminados listos para el montaje
Conjunto de perfiles completos terminados listos para el montaje
  • Ensamblaje.

Con los perfiles completos, paso a su ensamblaje a la corona de madera y al sistema de sustentación mediante tornillos. Para ello, y dado que cada perfil se fija con tres tornillos, coloco primero cuatro perfiles separados noventa grados entre ellos, luego otro conjunto de cuatro a treinta grados del anterior y después otro conjunto de cuatro perfiles colocados a treinta grados del anterior. 

En la siguiente imagen detallo este proceso con colores: los perfiles en fucsia los coloco primero en contacto con la corona de madera, luego los amarillos y luego los azules, siendo el blanco el color que representa la corona de madera y los tornillos. 

Colocación de los perfiles sobre la corona de madera
Detalle de la fijación de los perfiles a la corona de madera

Y esto es todo sobre la Doce Lágrimas, sin duda una lámpara de techo especial. Espero que os haya gustado la exposición y para cualquier duda, mándame un correo a contacto@croo.art.

¡Nos vemos!

Lámpara CROÓ Doce Lágrimas encendida
Lámpara CROÓ Doce Lágrimas encendida
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